En este artÃculo, Robert Bell, CEO de Biometrica, detalla la importancia que pueden adquirir los sensores biométricos en el terreno de la privacidad. Biometrica suministra dispositivos biométricos de seguridad a empresas relacionadas con el juego.
La privacidad nunca ha sido un tema objeto de tan amplio debate como en los últimos tiempos. Las redes sociales y otros canales marcan nuestros hábitos de comunicación. Nuevas tecnologÃas emergen cada dÃa, pero todas y cada una de ellas conllevan el riesgo de establecer cada vez más compromisos y menos privacidad. Desde las cookies hasta los satélites espaciales, todos somos conscientes de que nuestras actividades diarias están siendo rastreadas y analizadas y, sin embargo, cambiamos de plataforma con una velocidad sin precedentes (y además de buen agrado).
El futuro próximo aún podrÃa ser más preocupante, con los avances de última generación tales como las tecnologÃas portátiles y BYOD (Bring Your Own Device - "Trae tu propio dispositivo"). Los amigos de Facebook pueden afectar hasta a la calificación crediticia, y cada Tweet publicado tiene numerosos metatags que comprometen nuestra privacidad. SÃ, la tecnologÃa ayuda a nuestra forma de comunicarnos, pero perjudica seriamente nuestra privacidad, asà que tal vez es hora de darle la vuelta al paradigma y hacer que dicha tecnologÃa trabaje para nosotros desde el otro lado.
¿Y si pudiéramos usar la mayorÃa de nuestras propias caracterÃsticas personales para proteger nuestra información personal?
Podemos, y es por eso que el futuro de la biometrÃa, incluida la última generación de herramientas biométricas, es tan emocionante. Cimentándose sobre una base de años de seductoras e interesantes capacidades mostradas en una larga serie de pelÃculas de ciencia ficción, se está entrando en una nueva era en la que nuestras caracterÃsticas humanas únicas -la cara, las huellas dactilares y, quizá por encima de ellas, el ojo- pueden servirnos como un escudo humano de la era digital.
Los beneficios son, sin duda, innegables: De acuerdo con el Instituto Nacional de Estándares y TecnologÃa, las soluciones de reconocimiento de iris son 100.000 veces más resistentes a falsos positivos que incluso las alternativas de reconocimiento facial. Son mucho más fáciles de usar que nunca, y el iris se puede utilizar para crear una clave que mantenga segura nuestra información más valiosa. Además, la imagen real del ojo utilizada para crear esta clave no necesita ser almacenada, lo que no deja nada que no pueda ser sustituido expuesto a ser robado. Es más, a la clave obtenida no se le puede aplicar ingenierÃa inversa para recuperar la imagen original del ojo.
Con suficiente tiempo y dinero, cualquier cosa puede ser hackeada. Pero hay herramientas biométricas fáciles de usar, disponibles ya en la actualidad, que hacen que esa tarea sea mucho más difÃcil que antes. Y en algún momento en el futuro, tal vez pronto, esta tecnologÃa estará en manos de los consumidores, dándoles el poder de controlar su información personal.